Para los Aztecas era de suma importancia el pago que los hombres debían dar a los dioses y en razón a ello es que realizaban múltiples y variados sacrificios humanos.
Uno de los sacrificios más comunes para los aztecas era el de tomar un prisionero, arrancarle el corazón el cual era ofrecido a los dioses y beber de la sangre ya que era considerada como divina. Como una forma de brindarle honor a la tierra y hacerla fértil, existía también el sacrificio de atar a un prisionero y lanzarle flechas hasta que este muriese y su sangre cayera y se esparciera por el suelo. Para el desarrollo de sus rituales los aztecas también utilizaban a infantes y ancianos, a los niños se les sacrificaba para pedir lluvias y las ceremonias debían ser acompañadas por música, canto y bailes. En relación a las personas mayores, se acostumbraba a sacrificar a un mancebo o hombre adulto quien había sido preparado para el sacrificio con cierto tiempo de antelación, ofreciéndole fiestas y múltiples regalos.
De todo lo anterior se puede desprender que el pueblo azteca tenía un gran respeto por sus divinidades y los sacrificios o pagos debían ser cumplidos a cabalidad, conservando las cabezas de sus victimas en un lugar especial y destinado a ese efecto.
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http://www.antropos.galeon.com/html/aztecas.htm#8
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